La brecha de género en la generación Z: más divididos en sus preferencias y opiniones políticas
En comparación con otras generaciones, los hombres y las mujeres nacidos a partir de 1997 tienden a divergir más en su ideología y en sus opiniones políticas
Quizá el lector haya leído o escuchado en los medios que los hombres de la generación Z se están derechizando, que las mujeres son más progresistas que las de anteriores generaciones, o, en general, que existe una mayor distancia ideológica entre estos. Con los datos que tenemos a nuestra disposición, no creo que sea posible aun llegar a tales conclusiones con firmeza. Sin embargo, estos nos pueden aportar pistas sobre como es ideológicamente esta generación y sobre sus similitudes y diferencias con otras.
Contenidos:
Identidad ideológica
Voto en las elecciones generales de 2023
Opiniones con respecto a la inmigración, el feminismo y otros movimientos sociales, y la democracia
Como se informan de lo que sucede en el mundo
Bonus track: La política y las relaciones de pareja
Antes de proceder, creo conveniente aclarar el peso que tiene cada una de las generaciones sobre el total de la población mayor de 18 años residente en España (INE, 2023):
Generación Z (18-27 años): 11%
Millenials (28-43 años): 24%
Generación Y (44-59 años): 31%
Baby boomers (60-78 años): 25%
Nacidos antes de 1946 (79 años o más): 9%
Sigamos un orden lógico y observemos la forma antes que el fondo, veamos como se identifican antes que sus preferencias y opiniones. Para ello, analicemos como se definen a si mismos en términos ideológicos.
Identidad ideológica
En primer lugar, cabe señalar que el porcentaje de hombres de entre 18 y 27 años que se identifica como de derechas ha aumentado en 13 puntos desde 2020 y se sitúa actualmente en el 43%. Lo contrario ha sucedido con la proporción que se define como de izquierdas (36% en 2024), que desciende 12 puntos.
Por otro lado, entre las mujeres de estas edades, la pauta es más estable: ha crecido ligeramente el porcentaje que se considera de derechas (de 24% a 30%) y lo opuesto ha sucedido con las que se perciben de izquierdas (de 60% a 55%), pero el cambio es menor.
Ello se traduce en una diferencia de cerca de 20 puntos en la proporción de hombres y mujeres de izquierdas; y de 13 puntos en la proporción de hombres y mujeres de derechas. Para poner esto en contexto, el lector puede servirse del gráfico que precede a estos párrafos y observar que en ninguna de las demás generaciones las diferencias han sido superiores a diez puntos durante el periodo analizado. Con respecto a otras generaciones el hombre se ha desplazado a la derecha y la mujer a la izquierda, generando esta brecha entre ambos.
Voto en las elecciones generales de 2023
Este patrón también se ve reflejado en la forma en la que votan unos y otros.
De entre quienes ejercieron el derecho al voto en las elecciones generales de julio de 2023, uno de cada cuatro hombres de la generación Z (25%) votó a Vox (constituyendo el grupo que lo hizo en una proporción mayor), un 24% al PP y un 41% a partidos de izquierdas con implantación en todo el territorio nacional (PSOE y Sumar). Entre las mujeres de esta generación, más de la mitad (55%) voto a partidos de izquierda, y una de cada tres (32%) a la derecha (PP o Vox).
La diferencia en el porcentaje de hombres y mujeres que votan a la izquierda es de 14 puntos (a favor de las mujeres), mientras que en el voto a partidos de derecha es de 17 puntos (a favor de los hombres).
Opiniones con respecto a la inmigración, el feminismo y otros movimientos sociales, y la democracia
Más allá de como se identifican y de como votan, podemos observar como se distribuyen sus opiniones en algunos temas que, en mayor o menor medida, suelen agrupar a los ciudadanos en función de su ideología política (un fenómeno que en el mundo anglosajón se conoce como sorting): inmigración, identificación con el feminismo y apoyo a otros movimientos sociales como el ecologista o el LGTBIQ+. También pondremos algo de atención en su compromiso con la democracia. Finalmente, observaremos como se informan hombres y mujeres de diferentes generaciones.
Inmigración
Con respecto a la inmigración, en 2024, en torno a uno de cada cinco hombres de la generación Z afirma que este es uno de los tres principales problemas de España.
Como se puede observar en el gráfico, desde 2021 aumenta la preocupación por este asunto entre hombres y mujeres de todas las generaciones, pero entre los hombres de 27 años o menos, este aumento es más pronunciado. Mientras que en otras generaciones la diferencia entre hombres y mujeres no suele llegar a los cinco puntos porcentuales, en la generación Z es de 10 puntos.
Por otro lado, a principios de 2023 el CIS preguntó a los españoles su grado de acuerdo con la idea de que España debería limitar la inmigración para proteger nuestro estilo de vida. En comparación con otras generaciones, los zoomers (de ambos sexos) se muestran menos seducidos por esta idea, aunque de nuevo hay un grado mayor de polarización en las respuestas de hombres y mujeres de esta generación que entre los de las demás.
Una de cada cuatro mujeres (25%) está de acuerdo con limitar la inmigración, la mitad (52%) en contra, y otro cuarto de ellas (23%) en posiciones ambiguas (ni de acuerdo ni en desacuerdo, no sabe o no contesta) que no se muestran en el gráfico. Dos de cada cinco hombres (41%) está de acuerdo, uno de cada tres (31%) no lo está y un 28% se encuentra en posiciones más ambiguas.
La diferencia en el grado de rechazo a esta idea entre hombres y mujeres es de 21 puntos, mientras que en el resto de generaciones no llega a diez, y es provocado por el mayor grado de desacuerdo de las mujeres de la generación Z con respecto a las de las anteriores.
Feminismo y apoyo a movimientos sociales
El porcentaje de mujeres que se considera feminista es superior en esta generación (78%) al de cualquier otra. Entre los hombres afirma serlo menos de la mitad (46%), un porcentaje menor que en las demás, generando entre ambos una diferencia de más de 30 puntos. Por otro lado, solo una de cada diez mujeres (13%) no se considera feminista, entre los hombres lo hace uno de cada tres (35%).
Por contextualizar las diferencias, la siguiente de mayor envergadura se da entre los millenials (nacidos entre 1981 y 1996) y es de 15 puntos. La distancia en este sentido entre hombres y mujeres de la generación Z se debe, sobre todo, a un aumento considerable en el porcentaje de mujeres que se consideran feministas (+12 puntos con respecto a las de la generación anterior).
En lo relativo al apoyo a este movimiento, así como al LGTBIQ+ y al ecologista, se da una tendencia similar. El grado de simpatía de los hombres nacidos entre 1997 y 2008 hacia estos movimientos es similar al de otras generaciones. La envergadura de la brecha, bastante superior a la observada en otras generaciones, es consecuencia de un incremento notable de la simpatía que sientes las mujeres de esta generación con respecto a las anteriores.
Con respecto a la simpatía hacia el movimiento feminista, los datos están en consonancia con los previos: las mujeres de la generación más joven de adultos son las que le muestran simpatía en una proporción mayor (75%), mientras que los hombres son (junto a los nacidos antes de 1946) los que menos simpatía le tienen (47%). Como en otras ocasiones, la diferencia entre hombres y mujeres de esta generación (28 puntos) se debe a una mayor simpatía entre las mujeres de la generación Z en comparación con las de generaciones anteriores. Los hombres son, en este sentido, muy similares a los de otras generaciones.
En el apoyo al movimiento LGTBIQ+ se observa un patrón similar, aunque más atenuado. Las mujeres de la generación Z sienten simpatía por el (78%) en una proporción mayor a las del resto de generaciones, aunque las diferencias son menores. También es ligeramente menor la distancia (22 puntos) con respecto a los hombres Z (56%), en comparación con la que se apreciaba en la simpatía al movimiento feminista.
En lo relativo al movimiento ecologista, el patrón, de nuevo, es similar. La proporción de hombres zoomers que le muestran simpatía (59%) es similar al de generaciones anteriores (aunque cinco puntos menor en comparación con los millenials). Como veíamos con los demás movimientos, las mujeres de la generación Z le son simpáticas (80%) en una proporción mayor que las demás, aunque las diferencias en este caso son, en general, de una magnitud menor. La diferencia con respecto a los hombres es de 21 puntos, de tamaño considerable, pero menor que en el resto de casos.
Compromiso con la democracia
Observemos de un modo aproximado al grado de compromiso con la democracia que tienen los españoles de diferentes generaciones. A finales de 2023, el CIS preguntó a los españoles si creían que la democracia era preferible a cualquier otra forma de gobierno.
Aunque, de forma contundente, la respuesta mayoritaria es afirmativa, es decir, la democracia es siempre preferible a otras formas de gobierno, llama la atención que uno de cada cuatro hombres de entre 18 y 26 años no comparte esta idea (26%). También cabe destacar que, tanto entre hombres como entre mujeres, la tendencia es de un menor grado de apoyo a la democracia a medida que avanzan las generaciones. Es decir, los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, son quienes parecen apoyarla con más rotundidad y, a medida que desciende la edad, el apoyo comienza a difuminarse.
Estos datos están en consonancia con otros recogidos más recientemente por 40db y publicados por El País.
Como se informan de lo que sucede en el mundo
Uno de los elementos que nos podrían ayudar a entender alguna de las razones detrás del distanciamiento creciente entre hombres y mujeres de la generación Z podemos encontrarlo en la forma en la que se informan unos y otros.
En el siguiente gráfico, podemos ver como, a diferencia de las generaciones que la preceden, esta se informa más a través de redes sociales y menos a través de prensa, televisión y radio. Concretamente, cuatro de cada cinco (80%) adultos nacidos de 1997 en adelante se informan a través de redes sociales, 19 puntos por encima que los millenials (28-43 años), 38 puntos más que la generación Y (44-59 años), 52 puntos más que los baby boomers (60-78 años) y 69 puntos más que los nacidos antes de 1946.
A medida que internet primero y las redes sociales después han ido convirtiéndose en uno de los principales medios a través de las cuales las personas se informan de lo que acontece en el mundo, ha crecido el interés por los efectos que ello tiene sobre nuestras percepciones, opiniones y preferencias.
Una de las explicaciones más habituales argumenta que las redes sociales facilitan el acceso a un contenido mucho más personalizado y hecho a medida, lo que conduce a la proliferación de cámaras de eco en las que los ciudadanos solo se exponen a visiones del mundo similares a la suya.
En este sentido, Alice Evans, visiting fellow en la Universidad de Stanford, comentaba en una entrevista en POLITICO:
Las personas se autoseleccionan en las redes sociales que quieren consumir. Así, las mujeres pueden estar ya interesadas en los prejuicios sobre la igualdad, la justicia racial, etc., las empresas de medios sociales quieren mantener a los usuarios enganchados, por lo que les alimentan con información que atiende a sus preferencias. Así que estás rodeado de lo que se llama una burbuja de filtros, donde escuchas historias que confirman tus prejuicios. En lugar de considerar las formas en que podrías estar equivocado, escuchas constantemente: ‘Sí, sí, sí. Estoy de acuerdo contigo’.
Sin embargo, algunos estudios concluyen que los usuarios de redes sociales se ven expuestos a una mayor diversidad en las noticias que reciben y consumen. ¿Qué efectos puede tener ello sobre las diferencias en las opiniones y preferencias políticas que hemos observado entre hombres y mujeres? La investigación al respecto ha producido, hasta el momento, evidencia mixta. Algunos sugieren que la exposición a visiones opuestas o diferentes o a información que contradice creencias previas contribuye a la moderación y a reducir la polarización política. Otros sugieren que, en algunas circunstancias, ello puede conducir a un refuerzo de las posiciones de partida y a una mayor polarización a través de un proceso de razonamiento motivado.
Bonus track: La política y las relaciones de pareja
Al lector podría parecerle interesante entender lo importante que es para hombres y mujeres de una generación más dividida en sus opiniones y preferencias que las anteriores, compartir ideas políticas con su pareja.
Las mujeres Z y las baby boomers son quienes más importancia le dan a esta cuestión, 49% afirma que lo es. Por el contrario, los hombres Z y lo millenial son los que en una proporción mayor dicen que no lo es (72% en ambos grupos).
Como puede observarse en el gráfico, las mujeres se muestran, en general, más divididas en este asunto y se agrupan a partes más o menos iguales entre quienes piensan que compartir ideas políticas con su pareja es importante y quienes no. Las únicas en las que se observa un patrón diferente es en las nacidas entre 1965 y 1980, que de forma mayoritaria (69%) afirman que ello no es importante. Los hombres de todas las generaciones afirman de forma más mayoritaria que ello no es importante en una relación de pareja.